Cómo mejorar la calidad del aire en su barrio

Muchas veces, un movimiento para mejorar la calidad del aire de un barrio empieza con una persona preocupada. ¿Será usted la próxima persona que marque la diferencia? No es tan difícil como podría pensarse. Afortunadamente, hay muchos modelos de éxito de los que aprender.

Definir el problema de calidad del aire de su barrio

Si sospecha que la contaminación del aire en su barrio es un problema, averigüe si existen datos actuales sobre los niveles de contaminación locales. Existen estaciones públicas de control de la calidad del aire en todo Estados Unidos y el mundo. Sin embargo, muchos lugares aún carecen de los datos necesarios para hacer un seguimiento de la contaminación atmosférica.

Los residentes locales son un recurso valioso para identificar las fuentes de contaminación.

Empiece por consultar los sitios web de control de la contaminación atmosférica. Por ejemplo, IQAiro ofrece datos gratuitos sobre la calidad del aire en más de 80.000 lugares de todo el mundo. monitor de calidad del aire. Al recopilar datos, puede ayudar a determinar con precisión dónde se origina la contaminación atmosférica. Incluso puede ayudar a sus vecinos registrando un monitor de calidad del aire AirVisual Outdoor como estación pública al aire libre designada. Más información red mundial de datos sobre la calidad del aire aquí.

¿Se puede confiar en la información sobre contaminación de las bases de datos gubernamentales?

Las estaciones gubernamentales de control del aire suelen utilizar equipos fiables y son muy precisas. Sin embargo, las mediciones de la contaminación atmosférica pueden variar en distancias relativamente cortas, debido a la ubicación de la estación, los vientos dominantes y la proximidad a fuentes de contaminación atmosférica. A veces, es necesario tomar medidas para recopilar conjuntos de datos precisos y completos. Por ejemplo, Los Angeles Collaborative for Health and Justice llevó a cabo un proyecto de investigación denominado Ground Truthing. El proyecto, participativo y basado en la comunidad, pretendía colmar las lagunas de datos que, en su opinión, daban una imagen inexacta de la exposición medioambiental y los riesgos para la salud a los que se enfrentan muchos barrios. Los residentes de la comunidad local fueron guiados por profesionales de la investigación en la recopilación de datos sobre emisores tóxicos.

Entre las principales conclusiones figuran las siguientes:

  • Hay muchas más instalaciones peligrosas cerca de los barrios residenciales que las registradas en las bases de datos estatales y federales.
  • Las bases de datos estatales contienen importantes errores de localización de las fuentes de emisión.
  • Los niveles de materia particulada (PM2,5) superan regularmente el las normas reglamentarias establecidas por la ley.

Éstas son sólo algunas de las lagunas de datos que ha detectado el proyecto de colaboración. Los residentes locales son sin duda una fuente valiosa para identificar las fuentes de contaminación y controlar los niveles de contaminación.1

Cómo actuó un "científico ciudadano

Un residente de Tonawanda (Nueva York) actuó donde los organismos reguladores no lo hicieron. Tras años de aire maloliente procedente de una planta industrial cercana, la inacción de las autoridades del estado de Nueva York y el deterioro de su salud, un antiguo cartero no tuvo más remedio que convertirse en científico ciudadano y activista.

Un antiguo cartero no tuvo más remedio que convertirse en ciudadano científico y activista.

Un pequeño grupo de residentes de Tonawanda empezó a utilizar cubos y aspiradoras de mano para tomar muestras de aire. Colocaban bolsas de plástico dentro de cubos, conectaban una manguera a la bolsa y utilizaban bombas de camping o pequeñas aspiradoras eléctricas para recoger muestras de aire. Las muestras se llevaron a laboratorios estatales e independientes para su evaluación y mostraron niveles extremadamente altos de benceno, un conocido carcinógeno humano. Esta información fue el catalizador para que los reguladores estatales culparan formalmente a Tonawanda Coke de liberar altos niveles de benceno y otras sustancias químicas peligrosas, infringiendo la Ley de Aire Limpio.2

En la actualidad existe un movimiento denominado "Brigada de los cubos", formado por ciudadanos científicos que se encargan de vigilar la calidad del aire de sus barrios. Los cubos son ahora una forma aprobada por la EPA para que los residentes tomen muestras de aire y las analicen en busca de más de 100 contaminantes atmosféricos.3

Hable con sus vecinos

Una vez identificado el origen de la contaminación, averigüe si está afectando negativamente a la población local. Para ello, puede organizar un foro público comunitario en el que invite a la gente a compartir sus historias, o ir de puerta en puerta y pedir a los residentes que rellenen una encuesta de salud. También puede dirigirse a una universidad para compartir sus preocupaciones e invitarles a realizar un estudio.

Un ejemplo de cómo puede funcionar este proceso es la organización ecologista Centro para la Acción Comunitaria y la Justicia Medioambiental (CCAEJ). Consiguieron llegar a un acuerdo en un caso de justicia medioambiental siguiendo los siguientes pasos:

  1. Se asociaron con una universidad local para realizar un estudio sobre la salud de los residentes que vivían cerca de un astillero ferroviario sospechoso de causar enfermedades.
  2. Los datos revelaron que los residentes cercanos al astillero ferroviario y que los niños de una escuela primaria cercana tenían una sorprendente tasa de asma del 47%.
  3. Un estudio de seguimiento midió los niveles de contaminación del patio de maniobras.
  4. Se descubrió que el astillero emitía niveles de contaminación atmosférica que violaban la Ley de Aire Limpio.
  5. Estos datos se utilizaron para crear un caso que resultó en un acuerdo para ayudar a la comunidad.4

Construir un movimiento

Si no existe ninguna organización comunitaria local dedicada a cuestiones de justicia medioambiental, tendrás que hablar con los miembros de tu comunidad para organizarte. Empiece por informar a los residentes sobre lo que ha descubierto. Usted ha identificado un problema, ahora debe compartir este conocimiento. A partir de ahí, tú y tus vecinos podréis imaginar cómo sería una comunidad mejor. Algunos llaman a esto una plataforma comunitaria.

Una vez que tú y tus conciudadanos estéis informados, empieza a buscar aliados entre los cargos electos.

Tu plataforma comunitaria puede incluir recomendaciones del estudio elaborado por tu socio universitario. Por ejemplo, zonas de amortiguación entre las fuentes de contaminación y los residentes, congelación de las nuevas construcciones contaminantes y plantación de árboles para absorber los contaminantes atmosféricos.

Una vez que tú y tus conciudadanos estéis informados, podéis empezar a buscar cargos electos y otros aliados de la comunidad. Empieza por los concejales de tu ciudad. Llama a sus oficinas y solicita reuniones. Si te presentas con miembros de la comunidad informados y preocupados por su salud, podrás sentarte a la mesa cuando se tomen las decisiones.

Es un maratón, no un sprint

Recuerde que el cambio no siempre se produce rápidamente. La clave de la mejora de la comunidad es la persistencia. Piense que es un maratón, no un sprint. Y cuando sientas que tus vecinos y tú sois demasiado pequeños para enfrentaros a los grandes intereses empresariales, recuerda lo que dijo Margaret Mead: "Nunca dudes de que un pequeño grupo de ciudadanos reflexivos y comprometidos puede cambiar el mundo. De hecho, es lo único que lo ha hecho".5

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