Contaminación atmosférica y autismo

La contaminación atmosférica desempeña un papel en el aumento de la tasa de autismo entre los niños de EE.UU. y de todo el mundo. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, uno de cada 50 niños estadounidenses ha sido diagnosticado de autismo. Esto supone un aumento del 72% en la tasa desde 2007. En el caso de los niños, la tasa es aún mayor. En zonas con elevados niveles de contaminación, las tasas de autismo son incluso superiores a la media nacional. En Nueva Jersey, por ejemplo, uno de cada 48 niños tiene autismo. En el caso de los varones, la tasa es de uno de cada 28.

¿Qué es el autismo?

Autismo y trastorno espectral del autismo (TEA) son términos que designan una serie de trastornos que afectan al desarrollo del cerebro. Los autistas pueden tener problemas de interacción social. Pueden carecer de habilidades de comunicación verbal y no verbal o mostrar comportamientos repetitivos. Muchos autistas destacan en habilidades visuales, música, matemáticas y arte. Una minoría de autistas tiene discapacidad intelectual o de otro tipo. No existe una causa única del autismo, "pero en general se acepta que está causado por anomalías en la estructura o función del cerebro", según la Sociedad Americana del Autismo.

Los grupos de concienciación sobre el autismo afirman que en la mayoría de los casos se da una combinación de predisposición genética y factores ambientales. La edad de los padres en el momento de la concepción puede influir. Las enfermedades durante el embarazo también pueden afectar al riesgo de que un niño nazca con autismo.

Calidad del aire y autismo

Los factores ambientales, incluida la calidad del aire, también influyen. Un estudio reciente de la Universidad del Sur de California descubrió que los niños con una variante genética específica (conocida como "gen MET") que además vivían en zonas de alta contaminación tenían tres veces más probabilidades de desarrollar autismo que los niños sin el gen y que vivían en zonas de baja contaminación.

En otro estudio reciente, investigadores de la Universidad de Harvard hallaron una relación entre contaminantes específicos y autismo. Las mujeres expuestas a altos niveles de partículas diésel en el aire o de mercurio durante el embarazo tenían el doble de probabilidades de tener un hijo con autismo. Las mujeres expuestas a plomo, manganeso y cloruro de metileno también tenían más probabilidades de tener un hijo autista. El riesgo para este grupo no era tan elevado como para las expuestas a partículas diésel y mercurio. Los investigadores utilizaron datos sobre contaminación atmosférica de la EPA para calcular la exposición de las mujeres durante el embarazo.

Medidas para reducir el riesgo ambiental

Los grupos de concienciación sobre el autismo afirman que las mujeres embarazadas deben tomar medidas para reducir la exposición a sustancias químicas y otros contaminantes asociados al autismo. Esto es especialmente importante para las mujeres que viven en zonas con elevados niveles de contaminación. He aquí algunas sugerencias:

  1. Mercurio.Las mujeres embarazadas deben seguir las directrices de la EPA y estatales sobre el consumo de pescado. Evite el tiburón, el pez espada, la caballa real, el blanquillo y el atún grande. Algunos cosméticos también pueden contener mercurio y deben evitarse.
  2. Plomo.Evite trabajos o aficiones que puedan implicar exposición al plomo, incluida la exposición al polvo de reparaciones y reformas en casas construidas antes de 1978. Evite también los cosméticos, aditivos alimentarios o medicamentos procedentes del extranjero.
  3. Plaguicidas.Lave bien los productos antes de comerlos. Evite el uso de collares antipulgas y antigarrapatas si contienen pesticidas. Quítese los zapatos antes de entrar en casa para evitar el contacto con productos químicos del césped y el jardín.
  4. Productos químicos alteradores endocrinos.Esto incluye el BPA y los ftalatos. Disminuya el consumo de productos procesados y enlatados. Evite alimentos o bebidas en envases de plástico con los códigos de reciclaje #3, #4 y #7, ya que pueden contener sustancias químicas como el BPA.
  5. Partículas diésel.El tamaño de las partículas diésel que más preocupan a la salud humana son las partículas finas y ultrafinas, según la EPA. Evite la exposición innecesaria a la contaminación del tráfico, como sentarse en un coche al ralentí cuando sea evitable. Además, quienes vivan o trabajen cerca de una autopista deberían utilizar un purificador de aire de alto rendimiento para eliminar las partículas diésel finas y ultrafinas del aire.

Las investigaciones sugieren que las mujeres que toman ácido fólico durante las primeras etapas del embarazo pueden reducir el riesgo de que sus hijos padezcan la forma más grave de autismo. Sin embargo, los expertos señalan que el ácido fólico por sí solo no puede evitar que todos los niños desarrollen autismo.

Para más información sobre el autismo, incluidas ideas adicionales sobre cómo evitar los riesgos ambientales durante el embarazo, visite el sitio web de Autism Speaks.

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