Los efectos nocivos de la contaminación no muestran ninguna parcialidad cuando se trata de ingresos, raza, clase o etnia. Pero las estadísticas y los análisis demográficos muestran claramente que las comunidades de pobres y las "comunidades de color" tienen una probabilidad abrumadora de estar situadas junto a vertederos tóxicos, plantas industriales contaminantes, tráfico excesivo de camiones y trenes y otras fuentes de contaminación. Esta injusticia ha sido calificada de "racismo medioambiental" por los defensores de las comunidades.

En respuesta al racismo medioambiental, un esfuerzo comunitario conocido como movimiento por la justicia medioambiental (o "EJ", por sus siglas en inglés) lleva más de 30 años alzando su voz de protesta. El impacto del movimiento EJ sigue creciendo, y la EPA de EE.UU. ha designado febrero como "Mes de la Justicia Medioambiental".

El movimiento por la justicia medioambiental hunde sus raíces en los primeros años de la década de 1960, cuando los trabajadores del campo empezaron a luchar por la protección contra los pesticidas en los campos de cultivo de California. El momento decisivo del movimiento se produjo en 1982, cuando los residentes, en su mayoría afroamericanos, de una comunidad del condado de Warren (Carolina del Norte) se unieron para oponerse a un vertedero de residuos peligrosos que se proyectaba construir en su barrio. Aunque sus protestas no consiguieron detener el vertedero, se inició un movimiento.

Pensar local y globalmente

Por ejemplo, en el sureste de Chicago, donde los niveles de hollín y plomo se encuentran entre los más altos del país, los grupos locales de justicia ambiental han luchado con éxito contra nuevas centrales eléctricas que podrían haber empeorado mucho más la situación. Esfuerzos similares han cosechado éxitos parecidos en todo Estados Unidos, desde California hasta la costa este.

El concepto de justicia ambiental también se está extendiendo a escala mundial. Comunidades de todo el mundo están adoptando la justicia medioambiental a medida que empiezan a comprender su profundo contexto global. Los problemas globales incluyen a las naciones industrializadas que exportan residuos tóxicos a las naciones en desarrollo más pobres. Los pesticidas contaminan los ríos que desembocan en los países vecinos. La contaminación atmosférica de las incineradoras cruza las fronteras y afecta a las comunidades o naciones situadas a sotavento.

Los líderes de la justicia medioambiental se reunieron en la Primera Cumbre Nacional de Liderazgo Medioambiental de la Gente de Color en Washington, D.C., en 1991, para desarrollar y afirmar una serie de principios que se aplican globalmente. Afirmaron que todas las personas tienen derecho a no sufrir destrucción ecológica y pidieron políticas públicas en todo el mundo basadas en el respeto mutuo y la justicia para todas las personas, libres de cualquier forma de discriminación o prejuicio.

Qué puedes hacer para ayudar

Los grupos de base comunitaria desempeñan un papel importante en todo el mundo a la hora de liderar los esfuerzos para lograr la justicia medioambiental. Estos grupos identifican los problemas locales y movilizan la acción local. Pero cada individuo también puede influir uniéndose a la lucha contra el racismo medioambiental y trabajando por la justicia medioambiental para todos. He aquí algunas ideas:

1. Sé un votante informado.Adopta una postura frente al racismo medioambiental investigando las posturas de los candidatos en materia de protección del medio ambiente y apoyando a aquellos que quieren proteger el medio ambiente para todos, independientemente de su raza o situación económica.
2. Apoya a las organizaciones locales de justicia medioambiental. Considera la posibilidad de ofrecer tu tiempo, tu talento y tu bolsillo para ayudar a los grupos comunitarios locales que defienden la justicia medioambiental.
3. Da a los niños la oportunidad de respirar. Otra forma de marcar la diferencia es apoyar la campaña de IQAir Aire limpio para los niños. La mala calidad del aire en las aulas afecta a la salud de los alumnos y puede repercutir en el rendimiento académico y la asistencia media diaria. Clean Air for Kids proporciona filtración de aire a escuelas de zonas desproporcionadamente afectadas por la contaminación atmosférica.
4. Forme parte de la solución. Compre menos, consuma menos y compre con conciencia. Compra productos fabricados de forma responsable y con un mínimo de daño medioambiental, ya sea en Estados Unidos o en cualquier otro lugar. Investiga las políticas de justicia medioambiental y la reputación de las empresas antes de comprar.

Actuando hoy en favor de la justicia medioambiental, cada uno de nosotros puede contribuir a un futuro más justo para todos.