Un nuevo estudio publicado en Australia refuerza el argumento de que un purificador de aire puede ayudar a proteger la salud de los fetos. Según el nuevo estudio, las mujeres embarazadas que vivían en suburbios en los que no había contaminación industrial importante y sólo existía una contaminación media del tráfico local daban a luz a bebés cuyo peso al nacer era 0,12 libras inferior al peso medio al nacer en Australia Occidental, de 7,7 libras. Los resultados se basan en un estudio de 1.800 mujeres y se publicaron ayer en la revista Australian and New Zealand Journal of Public Health.

Gavin Pereira, que dirigió el estudio, es el mismo epidemiólogo autor de un informe del año pasado según el cual la contaminación del tráfico en Perth (Australia) aumenta en un 70% el riesgo de que los niños pequeños sufran ataques graves de asma. Sorprendido por el nuevo estudio, que muestra los efectos de la contaminación en zonas no muy contaminadas, Pereira afirma que el nuevo estudio lleva un mensaje para constructores y planificadores. "Tenemos que trabajar mucho más en este tema, porque como investigadores no podemos decir a qué distancia exacta debemos construir", declaró a The West Australian.

La relación entre la contaminación atmosférica y el bajo peso al nacer ha quedado demostrada en estudios anteriores realizados en Estados Unidos. Investigadores de la Universidad de California en Los Ángeles descubrieron una relación entre los altos niveles de monóxido de carbono y partículas contaminantes y los partos prematuros, el bajo peso al nacer y los defectos congénitos del corazón. Los investigadores de la UCLA relacionaron específicamente el tráfico residencial con los partos prematuros y el bajo peso al nacer.
Es lógico que un purificador de aire que reduzca o elimine la contaminación por partículas y gases en el aire de casa pueda ofrecer al menos cierto nivel de protección a las mujeres embarazadas.

Aunque un purificador de aire en casa puede ofrecer protección, elegir el purificador de aire equivocado podría empeorar las cosas. Las mujeres embarazadas, y todo el mundo en general, deben elegir un purificador de aire que sólo utilice tecnología segura para limpiar el aire. Eso significa evitar cualquier purificador de aire que genere ozono, ya sea deliberadamente como técnica de limpieza del aire o "accidentalmente" como subproducto de la ionización. Aunque ni la Agencia de Protección del Medio Ambiente de EE.UU. ni la Asociación Americana del Pulmón recomiendan el uso de purificadores de aire que generen ozono. Sugieren utilizar un purificador de aire mecánico que atrape las partículas y los gases con filtros, no con cargas eléctricas ni ozono.

El peligro del ozono es agudo para las mujeres embarazadas, un punto claramente demostrado en un informe de la Universidad del Sur de California en 2005. Ese estudio demostró que los bebés nacidos de mujeres que habían estado expuestas a altos niveles de ozono durante el embarazo corrían un mayor riesgo de nacer con bajo peso. Conclusión para las mujeres embarazadas: presten atención si viven en una zona con contaminación industrial o por tráfico, aunque sea moderada. Y considere la posibilidad de invertir en un purificador de aire de alto rendimiento para mantener el aire de casa limpio y sano tanto para la madre como para el bebé.