Nuevas investigaciones en ratones relacionan la contaminación atmosférica con la obesidad y un mayor riesgo de diabetes. ¿Es posible que un purificador de aire sea una herramienta para combatir la grasa? Es una conclusión tentadora que se desprende de una investigación publicada recientemente en la revista Arteriosclerosis, Thrombosis, and Vascular Biology. El estudio de la Universidad Estatal de Ohio descubrió que los ratones expuestos a la contaminación atmosférica engordaban aunque siguieran una dieta normal.

"Éste es uno de los primeros estudios, si no el primero, que demuestra que estas partículas provocan directamente inflamación y cambios en las células adiposas, factores ambos que aumentan el riesgo de diabetes de tipo 2", afirma Qinghua Sun, autor principal del estudio. El estudio se centró en los efectos de la contaminación por partículas PM2,5, que los purificadores de aire de alto rendimiento filtran con gran eficacia. Sun y sus colaboradores expusieron a los ratones de prueba a niveles de contaminación siete veces superiores a los normales en Columbus (Ohio), donde tiene su sede la universidad. El nivel de exposición de 111 microgramos por metro cúbico era similar al de muchas zonas urbanas de Estados Unidos.

Otros estudios realizados en los últimos años han examinado de cerca la relación entre la contaminación atmosférica por partículas y la diabetes. Por ejemplo, un estudio de 2005 de la Escuela de Salud Pública de Harvard realizó un seguimiento de 270 pacientes con diabetes y concluyó que la diabetes aumenta la vulnerabilidad de una persona a otros efectos sobre la salud causados por la contaminación atmosférica por partículas. Un estudio de la Universidad de Rochester de 2010 descubrió que la contaminación por partículas ultrafinas (las partículas más pequeñas y dañinas) aumenta el riesgo de enfermedad cardiovascular de los pacientes con diabetes de tipo 2.

La Agencia de Protección del Medio Ambiente de EE.UU., que no aprueba productos, reconoce no obstante que el uso de un purificador de aire puede ayudar a reducir los niveles de partículas más pequeñas en suspensión en el aire. La agencia incluye la contaminación del aire entre los 5 principales riesgos ambientales en interiores. Y, por supuesto, abrir las ventanas para limpiar el aire interior no solucionará un problema de calidad del aire interior si el aire exterior también es malo. Mientras tanto, el equipo de investigadores de la Universidad Estatal de Ohio tiene previsto realizar un estudio de seguimiento con seres humanos en lugar de ratones. El estudio se llevará a cabo en Pekín (China), donde IQAir suministró purificadores de aire a los atletas olímpicos estadounidenses en 2008. Utilizando purificadores de aire IQAir de eficiencia ultra alta, los expertos en calidad del aire interior que participaron en el proyecto de las Olimpiadas consiguieron eliminar el 99% de las partículas del aire en un apartamento de Pekín.