Bomberos, equipos de tierra, aviones cisterna y helicópteros se desplegaron para luchar contra los incendios "fuera de control" en Alberta (Canadá), que quemaron más de 700.000 acres.¹

Hasta el 31 de mayo de 2019 se habían registrado más de 644 incendios forestales que obligaron a evacuar a 11.000 personas. Los incendios de Alberta no solo arrasaron millones de acres de tierra, sino que también causaron estragos en la calidad del aire en todas partes. El humo de los incendios forestales se extendió tanto que llegó a partes del sudeste de Estados Unidos.²

Mientras que las fuerzas sobre el terreno se mantienen vigilantes en la extinción de los incendios, el experto en medio ambiente, Edward Struzik, advierte que los incendios forestales como estos son probablemente la "nueva normalidad", instando a los equipos de gestión de emergencias a comenzar a prepararse para un aumento de estos eventos en los próximos años.³

Desde la década de 1970, la prevalencia de los incendios forestales se ha duplicado.⁴ Muchos sospechan que el aumento del número de personas que disfrutan de las zonas boscosas al aire libre es una variable clave. Struzik explica que "los humanos causan casi la mitad de los incendios de todo Canadá". Para agravar aún más el problema, el calentamiento de las temperaturas contribuye a que los ambientes sean más secos.

"Tenemos que considerar los incendios del mismo modo que consideramos los tornados y los huracanes. Ni siquiera pretendemos pensar que podemos evitar que se produzcan".

Los incendios forestales de Alberta y otros similares ocurridos en todo el mundo nos recuerdan que, si bien no podemos evitar que se produzcan todos los incendios, podemos hacer todo lo posible para prepararnos para ellos. Consulte nuestra riesgos del humo de los incendios forestales y consejos de seguridad para prepararse para la temporada de incendios forestales.