Para dormir bien hay que seguir un horario de sueño regular, elegir un colchón y una almohada cómodos, hacer ejercicio con regularidad y evitar las siestas frecuentes durante el día.

El entorno adecuado también es importante. En general, el lugar donde se duerme debe ser fresco (entre 60 y 67 grados, según la Fundación Nacional del Sueño), oscuro y sin ruidos que distraigan. La habitación también debe estar libre de alérgenos, como ácaros del polvo o contaminantes del aire.

Algunos estudios recientes sugieren que el aroma de la lavanda puede mejorar la calidad del sueño en algunas personas.

El aceite de lavanda y el sueño de ondas lentas

Un estudio reciente publicado en la revista británica Nursing in Critical Care examinó los efectos de la aromaterapia con aceite de lavanda en pacientes de cuidados intensivos que normalmente no pueden dormir bien. El estudio se centró en 60 pacientes de la unidad de cuidados intensivos (UCI) con enfermedad coronaria, y descubrió que los pacientes a los que se administró aromaterapia de aceite esencial de lavanda durante 15 días consecutivos durmieron mejor y experimentaron niveles reducidos de ansiedad. El estudio recomendó la aromaterapia con aceite de lavanda como práctica clínica no invasiva para otros pacientes cardíacos ingresados en UCI.

Otros estudios han demostrado que la exposición al aceite esencial de lavanda justo antes de acostarse produce un aumento del porcentaje de tiempo de sueño dedicado al sueño de ondas lentas (SWS), una fase del sueño considerada esencial para un sueño profundo y nutritivo. En comparación con el sueño de movimientos oculares rápidos (MOR), que es cuando se producen los sueños, el sueño de ondas lentas es una fase de recuperación durante la cual el cuerpo libera hormonas y proteínas que curan los tejidos y refuerzan el sistema inmunitario.

No todos los aceites de lavanda son iguales

Es importante entender la diferencia entre los aceites esenciales de lavanda y los aceites con fragancia de lavanda. Aunque los estudios mencionados anteriormente probaron la eficacia del aceite esencial de lavanda, muchas fragancias de lavanda son aceites "de fragancia", no aceites "esenciales".

• Aceites esenciales: Son sustancias naturales extraídas de la propia planta.
• Aceites de fragancia: Son fragancias fabricadas con ingredientes artificiales para simular el aroma de un aceite natural, como el aceite esencial de lavanda.

Aunque se ha demostrado que el aceite esencial de lavanda tiene un efecto beneficioso sobre la calidad del sueño, el aceite de fragancia de lavanda puede presentar un panorama muy diferente. Esto se debe a que cuando los aceites de fragancia se calientan y se liberan en el aire, liberan los compuestos orgánicos volátiles (COV) que los componen. Estos compuestos pueden incluir formaldehído, etanol, benceno y otras sustancias tóxicas. Un aceite de fragancia que pretende oler como el aceite esencial de lavanda puede tener un olor similar al del producto natural, pero puede estar poniendo en riesgo su salud.

Cómo utilizar el aceite de lavanda en casa

Los estudios científicos sobre los efectos del aceite de lavanda suelen realizarse en circunstancias cuidadosamente controladas. Por ejemplo, en un estudio reciente sobre los efectos del aceite de lavanda en la ansiedad, los pacientes inhalaron dos gotas de aceite esencial de lavanda al 2% a través de un parche dentro de una máscara de oxígeno durante un periodo de 20 minutos al día.

Obviamente, estas condiciones controladas serían poco prácticas en casa. Sin embargo, hay medidas que puede tomar para asegurarse de que el aceite de lavanda que utiliza no contiene sustancias químicas añadidas y se administra de forma adecuada y segura. He aquí algunas pautas:

1. Elija aceite esencial de lavanda, no aceite con fragancia. Como se ha indicado anteriormente, el aceite esencial de lavanda es un compuesto natural extraído de la propia planta de lavanda. Evite las fragancias manufacturadas que imitan el aroma de la lavanda pero llenan el aire de compuestos orgánicos volátiles (COV) tóxicos.
2. Utilice un vaporizador o un difusor de baja temperatura para dispersar el aceite esencial de lavanda. O utilice un difusor de ventilador sin calor. Puede que sólo necesite unas gotas. Evite los difusores de alta temperatura que pueden alterar la composición química del aceite de lavanda.
3. Evite quemar velas que añadan fragancia de lavanda a su hogar. Algunas velas de aromaterapia tienen mechas metálicas que contienen plomo. Las velas de combustión lenta también pueden emitir COV y partículas de hollín.

Si toma estas sencillas precauciones para asegurarse de que utiliza el aceite de lavanda de forma correcta y segura, podrá dormir mejor y sentirse mejor gracias a los efectos de esta sustancia natural. Además, disfrutará de los muchos beneficios de la lavanda sin comprometer la calidad del aire de su hogar.