Monóxido de carbono

¿Qué es el monóxido de carbono?

El monóxido de carbono (CO), conocido como el asesino silencioso, es un gas inodoro, incoloro e insípido producido por la combustión incompleta del carbono de combustibles fósiles como la madera, el propano, el carbón vegetal, el petróleo, el gas, el carbón u otros combustibles.

Un estudio de 2015 publicado en The American Journal of Emergency Medicine determinó que la intoxicación por CO fue la segunda muerte por intoxicación no medicamentosa más frecuente en Estados Unidos entre 1999 y 2012.1

La intoxicación por CO se produce cuando un aparato de gas está mal instalado, mal reparado o mal mantenido, o cuando los conductos de humos, chimeneas o rejillas de ventilación están obstruidos, cortando el flujo de aire.

¿De dónde procede?

El monóxido de carbono se produce al quemar combustibles fósiles. Cualquier aparato que queme combustibles fósiles es una fuente potencial de monóxido de carbono.
Las fuentes pueden ser:

  • aparatos de gas, como hornos, estufas, calentadores de agua y secadoras de ropa
  • generadores eléctricos
  • calentadores de agua
  • chimeneas (gas/leña)
  • estufas de leña
  • calefactores
  • hornos de carbón o petróleo
  • gases de escape de automóviles
  • herramientas eléctricas
  • humo de tabaco
  • parrillas de carbón y hornillos de camping
  • cortacéspedes y herramientas eléctricas de gas2,3

El monóxido de carbono está asociado a un funcionamiento incorrecto o a una ventilación deficiente de los aparatos. Debido a las numerosas fuentes potenciales de CO, las personas deben tener cuidado con la posible exposición cuando acampen, naveguen, pesquen en el hielo o en garajes. El aire exterior también puede tener altas concentraciones de CO cerca de carreteras y autopistas.

La inhalación de humo también puede provocar intoxicación por monóxido de carbono.

¿Cómo afecta a su salud?

Todo el mundo corre el riesgo de intoxicación por monóxido de carbono, aunque los bebés nonatos, los niños, los adultos mayores y las personas con cardiopatías crónicas, anemia o problemas respiratorios son más susceptibles de sufrir efectos adversos.

En Estados Unidos, 400 personas mueren cada año por intoxicación accidental por monóxido de carbono no relacionada con incendios.4 Otras 20.000 son ingresadas en urgencias, mientras que 4.000 víctimas son hospitalizadas por los síntomas.

Cuando el monóxido de carbono entra en el torrente sanguíneo, impide que las células sanguíneas transporten oxígeno. El CO se adhiere a las hemoglobinas de los glóbulos rojos que transportan el oxígeno por todo el cuerpo.

Esto provoca la aparición de síntomas similares a los de la falta de oxígeno, entre los que se incluyen:

  • dolores de cabeza
  • mareos
  • debilidad
  • malestar estomacal
  • vómitos
  • dolor en el pecho
  • visión borrosa
  • confusión

Dado que los síntomas de la intoxicación por CO son similares a los de la gripe, a menudo se ignoran o se diagnostican erróneamente como gripe, alergia, derrame cerebral o migraña. Aunque los síntomas pueden ser sutiles, se trata de una afección potencialmente mortal. Si sufre una intoxicación por CO, busque inmediatamente aire fresco al aire libre y atención médica de urgencia.5

¿Cómo prevenir la intoxicación por monóxido de carbono?

Grandes cantidades de monóxido de carbono pueden provocar desmayos. Sin la atención adecuada, la recuperación puede ser difícil. Hay una serie de medidas que puede tomar para reducir el riesgo de intoxicación por monóxido de carbono.

La intoxicación por monóxido de carbono puede prevenirse garantizando el uso y mantenimiento adecuados de todos los aparatos que funcionan con combustibles fósiles y suministrando un flujo constante de aire fresco a sus espacios interiores.

Esté atento a estos signos de intoxicación por CO:

  • los detectores a pilas detectan picos de monóxido de carbono
  • vetas de hollín cerca de los electrodomésticos
  • conductos de humos oxidados
  • exceso de humedad
  • luces piloto de color naranja o amarillo, en lugar de azul
  • la chimenea no tiene tiro ascendente6

Las alarmas de CO deben instalarse cerca de los dormitorios, paredes interiores compartidas con garajes y cerca de aparatos y equipos que quemen combustible. Las pilas deben cambiarse con regularidad y las alarmas deben sustituirse cada 5 ó 7 años.

Los aparatos deben estar siempre completamente ventilados al exterior.

Cuando se utilicen generadores portátiles, deben mantenerse a una distancia mínima de 25 pies de las viviendas y alejados de puertas y ventanas.

Las chimeneas y los conductos de humos deben limpiarse todos los años. Sin embargo, los propietarios de hogares con chimeneas deben ser conscientes de que cualquier chimenea puede crear una calidad de aire interior peligrosa.

No utilice coches ni cortacéspedes en garajes anexos. Si el garaje es independiente, el coche sólo debe circular con la puerta abierta.7

¿Qué debe hacer si oye la alarma de CO?

Si tiene instalada una alarma de CO en su casa y ésta ha sonado, siga los siguientes pasos:

  • salga a tomar aire fresco
  • asegúrese de que no falte nadie
  • llame a los servicios de emergencia
  • no vuelva a entrar hasta que los servicios de emergencia indiquen que es seguro

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