Los que hayan estado pendientes de los niveles de calidad del aire por los incendios forestales de Indonesia, quizá se hayan quedado perplejos al ver que los niveles de contaminación atmosférica en Malasia han sido sorprendentemente mejores que en Singapur.

Figura 1: Ilustra la gran diferencia en las lecturas de calidad del aire entre Singapur y Malasia.

Esta discrepancia no se debe a una barrera imaginaria, sino a las diferentes metodologías utilizadas por cada país.

Mientras que el gobierno malasio utiliza una norma más baja en la medición del AQI (Índice de Calidad del Aire) que no incluye las PM 2,5, Singapur exige un PSI (Pollutant Standards Index) similar al de las mediciones AQI estadounidenses, que sí las incluye.

¿Deben tenerse en cuenta las PM2,5?

Por supuesto. LAS PM2,5 representan la mayor amenaza para la salud de todos los contaminantes atmosféricos. Debido a su pequeño tamaño, tiene la capacidad tanto de permanecer suspendido en el aire durante largos períodos de tiempo como de ser absorbido profundamente en el torrente sanguíneo tras su inhalación.

Entonces, ¿por qué el gobierno malasio no incluye las PM 2,5 en sus mediciones?

Según Wong Chen, diputado del PKR por Kelana Jaya, Malasia no incluye las lecturas de PM 2,5 porque "daba lugar a mediciones globales y sustancialmente más bajas en Malasia, creando una imagen más positiva e "ilusoria" de la calidad del aire del país".

Por supuesto, esta ilusión es perjudicial para la población de Malasia.

Afortunadamente, el director general del DoE, Datuk Halimah Hasson, afirmó que el "departamento estaba en las fases finales de elaboración del presupuesto para incluir el sexto componente en los cálculos del AQI". Y, aunque se trata de un paso en la dirección correcta, es necesario aplicar medidas inmediatas para ayudar a reducir los costes económicos de la mala calidad del aire y dar a los ciudadanos la oportunidad de mitigar sus propios riesgos para la salud.

Si usted vive en Malasia, esto significa que tal vez le convenga llevar una mascarilla N95 contra la contaminación atmosférica, aunque el ICA local no lo recomiende.