El empeoramiento de la la calidad del aire en Dacca, el Tribunal Superior se reunió el domingo 5 de mayo de 2019 para discutir su frustración y decepción con el persistente aire sucio de la ciudad, tomar medidas para responsabilizar a las autoridades e idear un enfoque renovado para manejar la situación urgente.

Dhaka es la segunda capital más contaminada del mundo, según el Informe Mundial sobre la Calidad del Aire de 2018. En 2018, la contaminación del aire en la ciudad alcanzó una concentración media anual de PM2,5 de 97,1µg/m³, casi 10 veces la directriz de la OMS de 10µg/m³. Los meses de enero, febrero y diciembre de 2018, por su parte, superaron 20 veces esta misma norma, con una media de "muy insalubre." Por desgracia, la mala calidad del aire asola el resto de Bangladés, ya que se situó como el país con el aire más contaminado en 2018.¹

Preocupante tanto para los residentes como para el Tribunal Superior es la tendencia de empeoramiento progresivo de la calidad del aire. Solo en el último año, la concentración de PM2,5 en la ciudad ha aumentado un 22.

El tribunal citó a los directores de las corporaciones municipales de Dhaka para que comparecieran ante el tribunal el 15 de mayo y explicaran cómo piensan combatir la contaminación atmosférica en la capital.²

Anteriormente, a mediados de enero de 2019, los tribunales habían ordenado que esas corporaciones rociaran agua dos veces al día y cubrieran las obras de construcción y renovación, para evitar la propagación de nuevo polvo durante la estación seca de Dhaka. El 15 de mayo de 2019, cuando las corporaciones municipales comparezcan de nuevo, se les preguntará por qué no han cumplido estos requisitos.

Al realizar una investigación exploratoria, el Dhaka Tribune descubrió que la mayoría de las directivas de la reunión de enero del Tribunal Superior fueron ignoradas.

Se cree que el proyecto de transporte rápido masivo, que se está llevando a cabo en varios puntos de Dhaka, ha contribuido a aumentar los niveles de partículas, ya que ha levantado suciedad al excavar túneles y establecer el sistema ferroviario subterráneo.

Aunque aún está por ver si la nueva normativa contribuirá a reducir el problema de la contaminación atmosférica de Dhaka, parece seguro que aún queda mucho por hacer para reducir el elevado riesgo que supone el aire para la salud.