El gas natural es un importante combustible utilizado para calefacción y refrigeración en más de la mitad de los hogares estadounidenses. Pero el metano, el componente clave del gas natural, es altamente explosivo y puede llegar a ser mortal cuando no se controla. En 2014, una explosión de gas natural en dos edificios de apartamentos de Nueva York mató a ocho personas e hirió a otras 70.

Además del riesgo de explosión, el olor del gas natural puede enfermar a muchas personas. Cientos de residentes de Porter Ranch, cerca de Los Ángeles, enfermaron recientemente por una fuga de gas natural de un almacén subterráneo cercano a una milla de distancia. La causa de sus dolores de cabeza, náuseas y hemorragias nasales fue el mercaptano, la sustancia química añadida al gas natural que huele a huevos podridos.

¿Qué es el gas natural?

El gas natural está compuesto principalmente (95% o más) de metano, un gas incoloro, inodoro, no tóxico e inflamable. El metano se emite a partir de fuentes naturales como los humedales y también de procesos industriales y agrícolas.

Como el metano es inodoro, se añade al gas natural un aditivo conocido como mercaptano, o metanotiol, para que la presencia de metano sea detectable. Los aditivos de mercaptano contienen azufre, que es la razón por la que el gas natural huele a huevos podridos. La exposición al mercaptano puede provocar diversos efectos adversos para la salud, como irritación de los ojos, la piel y las vías respiratorias. El gas natural también puede contener pequeñas cantidades de compuestos orgánicos volátiles (COV) potencialmente nocivos, como etano, propano, butano e incluso compuestos tóxicos como benceno y tolueno.

El metano no puede filtrarse. El mercaptano y los COV sí pueden.

Por desgracia, el metano no sólo es peligroso, sino que tampoco se puede filtrar. La adsorción y la quimisorción, los dos procesos por los que los filtros de aire de gases y olores eliminan las sustancias químicas del aire, son ineficaces contra el metano, que tiene un peso molecular extremadamente bajo. Como resultado, las únicas estrategias eficaces para reducir los niveles de metano en el interior son el control/reducción de la fuente y el aumento de la ventilación.

El mercaptano y los COV, sin embargo, pueden filtrarse eficazmente con un sistema de filtración de aire de alto rendimiento con una combinación de carbón activado de alta calidad y permanganato potásico, como el purificador de aire ambiental IQAir HealthPro Plus o GC MultiGas. El carbón activado proporciona adsorción de COV, y el permanganato potásico proporciona una excelente quimisorción de mercaptano y muchos otros COV, como el formaldehído. La combinación de estos dos medios de filtración es ideal.

Importancia de controlar los niveles de metano

Dado que el metano es tan altamente explosivo, no se recomienda la filtración de aire de alto rendimiento para eliminar los olores asociados al gas natural (mercaptano) a menos que un control suficiente con un detector de metano haya determinado que los niveles son seguros. Los detectores de metano, también conocidos como detectores de gases explosivos, pueden adquirirse en ferreterías y tiendas de artículos para el hogar.