Este año, más de 232.000 mujeres en Estados Unidos sabrán que padecen cáncer de mama invasivo. A otras 64.000 se les diagnosticará cáncer de mama no invasivo, la forma más temprana y tratable de la enfermedad. Según la Sociedad Americana del Cáncer, el cáncer de mama es la segunda causa de muerte por cáncer en las mujeres, después del cáncer de pulmón. Sólo este año, la enfermedad se cobrará la vida de 40.000 mujeres estadounidenses.

Estas asombrosas estadísticas sitúan a Estados Unidos entre el puñado de países del mundo con las tasas más altas de cáncer de mama. Los otros son Canadá, Bélgica, Dinamarca, Francia, Uruguay, Israel, Australia y Nueva Zelanda. La incidencia del cáncer de mama entre las mujeres norteamericanas es de 86,3 por 100.000, la tasa más alta del mundo. En África Central, la tasa de incidencia desciende a 13,64 por 100.000, y en China, a 11,77 por 100.000, la tasa más baja del mundo. Estos datos están ajustados en función de las diferencias de longevidad*.

Más del 90% de los casos de cáncer de mama están relacionados con factores medioambientales. El consumo de alcohol, el peso corporal, la exposición a radiaciones y la exposición a la contaminación atmosférica figuran entre los principales riesgos medioambientales. Nuevas investigaciones han identificado la exposición a óxidos de nitrógeno, partículas y sustancias químicas en el aire como los principales problemas de contaminación atmosférica.

Contaminación atmosférica y cáncer de mama

La contaminación atmosférica contiene al menos 35 sustancias químicas asociadas a un aumento de la aparición de tumores en animales, según el Breast Cancer Fund (BCF). Y estas mismas sustancias químicas nos rodean tanto en el interior como en el exterior. "Existe una exposición generalizada a muchas de estas sustancias químicas en el aire que respiramos en el exterior", informa el BCF, "así como en nuestras oficinas, hogares, restaurantes y escuelas".

La contaminación asociada al tráfico es la principal preocupación. Investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad Mercer de Macon (Georgia) establecieron el año pasado una relación estadísticamente significativa entre las emisiones de óxidos de nitrógeno, monóxido de carbono, dióxido de azufre y compuestos orgánicos volátiles (COV) y un aumento de la incidencia del cáncer de mama. Un estudio realizado el año anterior por muchos de los mismos investigadores estableció una correlación entre la contaminación relacionada con el tráfico y el desarrollo de cáncer de mama.

Óxido de nitrógeno, contaminación por partículas

Mientras tanto, investigadores de la Universidad McGill de Montreal (Quebec) han identificado una asociación entre el cáncer de mama posmenopáusico y la exposición al dióxido de nitrógeno, un componente común de la contaminación relacionada con el tráfico. El riesgo aumentaba un 25% por cada incremento de exposición de 5 ppb en el aire ambiente.

La mala calidad del aire no sólo aumenta el riesgo de desarrollar cáncer. También influye en la supervivencia tras el tratamiento. Las mujeres que sobreviven a un cáncer de mama tienen un riesgo elevado de morir por esta causa como consecuencia de la exposición a la contaminación atmosférica. Investigadores de la Universidad de Florida, el Gettysburg (Pensilvania) College y la Universidad Fudan de Shanghai (China) colaboraron en un informe que reveló un aumento del 86% del riesgo de morir de cáncer de mama entre las supervivientes de esta enfermedad que vivían en zonas con niveles elevados de contaminación por partículas.

El mes de octubre es el Mes Nacional de Concienciación sobre el Cáncer de Mama, y los organismos sanitarios insisten en la importancia de las pruebas de detección precoz del cáncer de mama para mejorar las tasas de supervivencia. Pero también es un buen momento para considerar las medidas positivas que una mujer puede tomar para ayudar a controlar muchos de los riesgos ambientales y de estilo de vida asociados a la enfermedad.

Medidas para ayudar a controlar el riesgo de cáncer de mama

El personal de la Clínica Mayo ofrece una breve lista de medidas que las mujeres pueden tomar para reducir el riesgo de desarrollar cáncer de mama:

1. Limitar el consumo de alcohol.Hay pruebas claras de que el consumo de alcohol aumenta los niveles de estrógeno y otras hormonas relacionadas con el cáncer de mama. Y el riesgo aumenta sustancialmente por cada bebida diaria consumida.
2. No fume.La relación entre el tabaquismo y el cáncer es evidente. Y la Sociedad Americana del Cáncer ha detectado un mayor riesgo de desarrollar cáncer entre las mujeres fumadoras, especialmente entre las que empezaron a fumar antes de tener su primer hijo.
3. Controla tu peso.El tejido adiposo es la principal fuente de estrógenos de las mujeres posmenopáusicas, y los niveles elevados de estrógenos están asociados al cáncer de mama, afirma la Sociedad Americana del Cáncer.
4. Manténgase físicamente activa.Los estudios demuestran que incluso caminar a paso ligero entre 75 y 150 minutos a la semana reduce el riesgo de cáncer de mama.
5. Dé el pecho.La lactancia protege contra el cáncer, según Susan G. Komen for the Cure.
6. Limite las dosis y la duración de la terapia hormonal.Las hormonas prescritas como terapia para los síntomas de la menopausia pueden aumentar el riesgo de desarrollar cáncer de mama.
7. Evite la exposición a la radiación y la contaminación ambiental.Las imágenes médicas que implican altas dosis de radiación están relacionadas con el riesgo de cáncer de mama. Asimismo, estudios como los citados en este artículo aportan pruebas de que respirar aire contaminado está asociado con el desarrollo de cáncer de mama e incluso con la supervivencia a este tipo de cáncer.

Un purificador de aire de alto rendimiento como el IQAir HealthPro Plus puede ayudar a controlar los contaminantes del aire. El HealthPro Plus proporciona una calidad de aire de grado médico y es eficaz contra un espectro completo de partículas, productos químicos y gases que están asociados con el riesgo de cáncer de mama.

* "Estadísticas mundiales sobre el cáncer", Parkin, Pisani y Ferlay,http://onlinelibrary.wiley.com/doi/10.3322/canjclin.49.1.33/full