Las temperaturas más cálidas y los días más largos suelen hacer que se pase más tiempo al aire libre durante los meses de verano. Sin embargo, la mayoría de la gente no es consciente de que la combinación de una mayor actividad al aire libre y la contaminación atmosférica inducida por el calor puede aumentar los riesgos para la salud. Aunque no queremos aguarte la fiesta del sol veraniego, es importante que conozcas las amenazas invisibles que se ciernen sobre ti esta temporada y las herramientas para combatirlas.
Contaminación por partículas
Millones de partículas microscópicas de polvo, hollín, polen, metales y compuestos orgánicos están presentes con frecuencia en el aire que respiramos. Generalmente invisibles para el ojo humano, estas partículas suspendidas en el aire se inhalan sin esfuerzo, normalmente sin que nos demos cuenta.
La contaminación por partículas, anotada como PM10 (Particular Matter 10 micrómetros o menos) y PM2,5 (Particular Matter 2.5 micrómetros o menos), es materia tan pequeña que a menudo queda suspendida en el aire durante largos periodos de tiempo, antes de asentarse.
Como el verano suele ser la estación de las reparaciones domésticas y los proyectos de construcción, la contaminación por partículas resultante de taladrar, serrar y lijar puede llegar a ser problemática.
Los riesgos para la salud aumentan cuando se manipulan materiales tóxicos, incluidos componentes antes populares como el plomo y el amianto. El amianto, por ejemplo, es famoso por sus partículas microscópicas que se transportan fácilmente por el aire y no se degradan. Aunque su uso está estrictamente regulado en la mayoría de los países desde hace décadas, se pueden encontrar estructuras que contienen amianto por todas partes, a pesar de la vinculación de este mineral con enfermedades mortales como el mesotelioma.
Los proyectos de renovación de casas antiguas en verano pueden exponer a los vecinos al amianto en suspensión y a otras partículas.La combustión es otra fuente habitual de contaminación por partículas, y en concreto de PM2,5. Las prácticas de quema agrícola, las emisiones de los vehículos inducidas por los viajes y la mayor amenaza de incendios forestales en verano pueden contribuir a unos niveles de contaminación preocupantes. Los efectos de todo ello se dejan sentir tanto a nivel nacional como internacional. medioambiental y de salud pública. Puede empeorar la visibilidad, alterar la fertilidad de la tierra y aumentar las propiedades ácidas del agua, además de provocar irritación de ojos, nariz y garganta, problemas pulmonares, infartos y una mayor probabilidad de complicaciones en quienes padecen enfermedades pulmonares o cardiacas preexistentes.
Ozono y smog
El ozono puede tener connotaciones negativas y positivas. En términos de contaminación atmosférica, el ozono malo, u ozono troposférico, es un gas que se desarrolla en la baja atmósfera. Se crea a partir de gas de óxido de nitrógeno y compuestos orgánicos volátiles (COV) que reaccionan con el oxígeno como resultado de la luz solar. Aunque la contaminación por ozono es más prominente en las ciudades y zonas suburbanas como resultado de la contaminación emitida por los vehículos, también se pueden encontrar altos niveles en lugares rurales a sotavento de zonas industriales.
El ozono se vuelve especialmente potente durante el verano, cuando su presencia suele ir acompañada de smog. El ozono y el smog están directamente relacionados con la inflamación y la irritación respiratoria, que pueden contribuir a enfermedades crónicas como el asma y las enfermedades cardiovasculares. La Organización Mundial de la Salud calcula que las tasas de mortalidad aumentan un 0,3% cada vez que los niveles de ozono aumentan en 5 ppb. Mientras tanto, el ozono también supone una grave amenaza para nuestro medio ambiente, ya que el aumento de los niveles inhibe la fotosíntesis de las plantas, atrofia su crecimiento y limita la producción de oxígeno.
El ozono y el smog oscurecen el horizonte de Los Ángeles en un día de veranoAunque la amenaza que supone el ozono puede ser bastante grave, sus efectos pueden invertirse mediante iniciativas sostenibles. Limitar el uso de combustibles fósiles, cambiar a fuentes de energía naturales y tomar medidas sencillas como plantar más árboles y reducir nuestra huella de carbono tendrán un impacto considerable a largo plazo en la reducción del ozono malo.
Reduzca su riesgo de exposición
Para asegurarse de que respira aire limpio este verano, vigile la contaminación atmosférica, que de otro modo sería invisible, con el AirVisual de calidad del aire. Configura alertas para que te avisen cuando la calidad del aire sea insalubre y toma medidas para reducir tu exposición.
Mientras tanto, intente evitar o tener cuidado cuando trabaje en obras de construcción o se acerque a ellas, sobre todo si contienen amianto. Para más información sobre el amianto y el mesotelioma, visite a nuestros amigos de mesothelioma.com.
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