La contaminación no sólo es mala para la salud, sino también para los negocios. Se calcula que la mala calidad del aire cuesta miles de millones a los gobiernos, al tiempo que repercute indirectamente en la economía a través de una publicidad negativa.

Pensemos en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008. La prensa del evento se vio eclipsada en gran medida por el nerviosismo del público y las críticas a la contaminación atmosférica de la ciudad. Los científicos medioambientales y los expertos en medicina deportiva estaban preocupados por los efectos adversos del smog de Pekín y no tuvieron reparos en manifestar sus inquietudes (Kelso, 2008). Naturalmente, este tipo de publicidad negativa puede tener terribles repercusiones en el turismo y la economía, de ahí que en ocasiones el gobierno intervenga para moderar esta percepción.

"Aire limpio sancionado por el gobierno" es un término utilizado para describir medidas temporales para mejorar la calidad del aire. Estos procedimientos suelen producirse antes y durante grandes acontecimientos y momentos de gran exposición internacional. El objetivo es doble: 1) crear un entorno más saludable, y 2) crear una plataforma para la publicidad positiva.

El método para conseguir un aire limpio es sorprendentemente sencillo: reducir las emisiones. Para ello, los gobiernos suelen adoptar una serie de medidas temporales que incluyen el cierre de fábricas y la reducción del número de vehículos en circulación.

En Pekín, este tipo de aire limpio sancionado por el gobierno es habitual, ya que los niveles de contaminación son regularmente superiores a lo que se considera saludable. Las sanciones más recientes se produjeron el 20 de agosto de 2015, cuando Pekín adoptó medidas temporales para mejorar la calidad del aire debido al campeonato de la IAAF y al desfile militar, ambos dentro de los límites de la ciudad. Para reducir la contaminación atmosférica, el gobierno autorizó una serie de medidas temporales que incluían: una reducción del 30% de la producción de las centrales de carbón, una reducción del 50% de los coches autorizados a circular, la reducción de la producción de las industrias contaminantes y la suspensión de todos los proyectos de construcción (Bo, 2015).

Como resultado, la comunidad de Pekín lleva cinco días respirando una calidad del aire "excelente", con una media de PM2,5 inferior a 19,5 microgramos (Zhu, 2015).

Aunque estas medidas a corto plazo son creíbles, las soluciones temporales son solo eso: temporales. El objetivo a largo plazo debe ser que este tipo de días se conviertan en la norma. Por ahora, solo podemos celebrar las pequeñas victorias y respirar felices en Pekín durante unos días más.

**Durante estos días - por favor, comprenda que la previsión de contaminación de Air Visual en Pekín puede no ser exacta. Nuestro algoritmo de aprendizaje automático no puede predecir intervenciones gubernamentales imprevistas o catástrofes que interfieran con las emisiones típicas de contaminación. Estamos trabajando para añadir un factor exógeno a nuestro algoritmo para hacerlo más preciso. Gracias por su comprensión.