Algunos purificadores de aire pueden contener un sensor de PM2,5, con el fin de poder medir el nivel de contaminación del aire de la habitación, a menudo con la intención de controlar el ajuste de velocidad del ventilador del purificador en función de la cantidad de contaminación del espacio que es necesario limpiar.

Sin embargo, hay una razón clave por la que esto suele ser ineficaz. Por su diseño, el sensor interno de PM2,5 está situado en la parte más limpia de la habitación, dentro del purificador de aire. Naturalmente, el aire que mide aquí estará más limpio que en el resto de la habitación, ya que el aire se difunde por todo el espacio y, fuera del purificador, el aire limpio se mezclará con aire que contenga niveles más altos de PM2,5 y otros contaminantes, por lo que las lecturas del sensor no pueden detectar el estado de la calidad del aire en la habitación en general. Por lo tanto, es probable que la sensibilidad del purificador basada en las lecturas del sensor responda a un nivel de contaminación del aire inferior al que pueda haber en el espacio más amplio.

Para obtener una representación exacta de cómo se difunde el aire en el espacio y cómo ajustar la configuración del purificador en consecuencia, se recomienda realizar la medición con un monitor de aire situado más lejos del purificador.

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